El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que comienza en la infancia. Las siglas TDAH responden a Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Como su nombre indica, los síntomas principales van a ser déficit de atención, hiperactividad y, también, impulsividad, disfunción ejecutiva e inestabilidad emocional. El resultado de todos estos síntomas es una disfunción en el rendimiento (académico y laboral) y también una disfunción en el funcionamiento social. Habitualmente, los primeros síntomas se manifiestan en la infancia. Suelen ser niños despistados, inquietos, sumamente activos, impacientes y que, en algunas ocasiones, muestran problemas de conducta. Sin embargo, puede haber niños con síntomas leves de TDAH que pasen desapercibidos durante la infancia y adolescencia. En estos casos, el diagnóstico del TDAH se puede retrasar varios años hasta la edad adulta.

Puede ocurrir que los síntomas no afecten al funcionamiento cotidiano, que sean compensados por otras habilidades o, sencillamente, que nadie les preste atención. Este último punto es, posiblemente, el más frecuente, ya que el TDAH está infradiagnosticado en todas las edades. Es decir, hay muchos más casos de los que se diagnostican. Es un trastorno del que cada vez sabemos más y lo podemos diagnosticar mejor pero, aún así, sigue habiendo muchos profesionales que no lo saben identificar bien, familias que no quieren reconocer el problema y colegios que no se ocupan lo suficiente.

Diagnóstico tardío del TDAH en el adulto

Infadiagnóstico del TDAH

El infradiagnóstico en la infancia está claro que va a ser uno de los principales motivos por los que el TDAH se diagnostique en adultos y no en la edad infantil. Se estima que hasta casi un 3 % de los adultos puedan sufrir el síndrome completo de TDAH y más de un 4 % tenga síntomas de TDAH. Aún así, solo uno de cada cinco especialistas evalúa específicamente el TDAH en pacientes mayores de 50 años. Esto significa que va a ser difícil que a una persona que no le diagnosticaran TDAH en la infancia, se lo diagnostiquen en la edad adulta. Pero, el problema no es que no tenga TDAH, sino que muy pocos profesionales van a pensar en esa posibilidad cuando tengan un paciente que consulta por ansiedad o depresión. Estos dos motivos de consulta, ansiedad y depresión, son quejas habituales en adultos con TDAH. Es raro que vengan a consulta quejándose de déficit de atención, ya que suelen dar por hecho que son así y que no hay nada que hacer al respecto. Es mérito del profesional preguntar por su atención, concentración, puntualidad, organización, etc.

Compensaciones que retrasan el diagnóstico del TDAH hasta la edad adulta

La otra causa por la que se puede diagnosticar el TDAH con retraso es porque los síntomas no hayan provocado en el individuo graves consecuencias. En algunas ocasiones, los síntomas no provocan problemas en el funcionamiento cotidiano durante la infancia porque puede haber factores que actúen en compensación. Las principales compensaciones suelen ser: CI elevado, habilidades compensatorias o una estructura ambiental favorable. Las personas con TDAH y CI elevado (conocido como doble excepcionalidad) pueden no tener problemas curriculares porque su inteligencia les permite avanzar sin dificultad en el colegio y en el instituto, especialmente si son pocos alumnos en clase. Sin embargo, al llegar a la edad adulta, ya sea a la universidad o al mundo laboral, las exigencias aumentan y el TDAH puede dar la cara. Incluso los síntomas pueden aparecer más adelante en sus vidas ante algún acontecimiento estresante, como ser padres o perder a alguien que les sirviera de referencia y diera estructura y orden (como un progenitor o una pareja). Igualmente, determinados ambientes que dan estructura a estas personas pueden amortiguar las consecuencias sobre el aprendizaje y las relaciones sociales.

Subtipo inatento de TDAH

El subtipo inatento de TDAH puede muchas pasar desapercibido en la edad infanto-juvenil. Sencillamente, son jóvenes (mujeres muchas veces) que no suelen dar problemas de comportamiento, a diferencia del TDAH combinado o hiperactivo. Las personas con TDAH inatento muchas veces son tímidas y “pasan” por malos estudiantes o “con poco interés”. Por tanto, ni sus profesores ni sus padres van a pensar que tengan un problema de salud mental subsidiario de tratamiento. Este es un ejemplo más en el que el diagnóstico del TDAH suele retrasarse a la edad adulta.

Las adicciones retrasan el diagnóstico o hace sospecharlo

Por último, al llegar la edad adulta es cuando el individuo puede entrar en contacto con sustancias adictivas. Las personas con TDAH que no han sido tratadas durante la infancia y la adolescencia tienen mayores probabilidades de consumir alcohol y drogas en la edad adulta. Es posible que, si inician el consumo abusivo de sustancias adictivas, terminen visitando un psiquiatra que pueda hacer el diagnóstico de TDAH.

¿Hasta qué edad puede diagnosticarse el TDAH?

El TDAH no tiene una edad en la que deba diagnosticarse. Sin embargo, es cierto que es un trastorno del neurodesarrollo cuyos primeros síntomas deben aparecer en la infancia. Hay distintos motivos por los que el TDAH puede diagnosticarse en la edad adulta y pasar desapercibido durante la infancia. Lo importante es poder encontrar a un profesional que considere la posibilidad de que un adulto pueda tener TDAH aunque no se le haya diagnosticado en la infancia.

¿Qué hacer si crees que tienes TDAH?

Si eres un adulto y crees que tienes TDAH o conoces a alguien que pueda tenerlo, os recomendamos consultar con un especialista. En nuestro centro, ofrecemos un psiquiatra especializado en TDAH del adulto, una psiquiatra especializado en TDAH infanto-juvenil y una neuropsicóloga que realiza tests para diagnosticar el TDAH.