Psiquiatra especialista en Depresión

Dra. Casandra Gálvez Calero

Psiquiatra especialista en depresión, TDAH y autismo, en población adulta e infantojuvenil.

Vocación, formación universitaria y experiencia clínica

Inicié mis estudios en la Universidad Rovira i Virgili de Reus en 2006. Desde siempre había tenido interés en la Medicina. Ya de adolescente pude realizar un voluntariado en el Gaspar Hauser de Palma de Mallorca, centro de atención a niños y adolescentes con problemas del neurodesarrollo, especialmente Trastorno del espectro Autista, hecho que incrementó mis ganas por saber y dedicarme en un futuro a la Psiquiatría.

Completé mi formación MIR en Psiquiatría en el Hospital Príncipe de Asturias (2012-2016), con un especial interés en la población infantojuvenil y los trastornos afectivos, como la depresión. En 2023 obtuve la doble titulación al añadir, al título de psiquiatra de adultos que obtuve en 2016, el de especialista en psiquiatría infantil y de la adolescencia. Durante mi trayectoria profesional, he adquirido experiencia en el abordaje de trastornos mentales graves, incluyendo trastornos psicóticos, trastorno bipolar y trastornos depresivos graves, trabajando durante un año en la Unidad de Agudos de Plasencia. Posteriormente, me he enfocado en la atención ambulatoria, tanto de pacientes adultos como de niños y adolescentes, desarrollándome como especialista en psiquiatría infantojuvenil.

Me parece esencial la formación continua en la psiquiatría ya que nos permite a los profesionales estar actualizados, revisar nuestra propia práctica clínica y buscar consejo y supervisión en el manejo de los casos más complejos. Desde 2012 he dedicado gran parte de mi tiempo a la formación, especialmente en Trastornos afectivos como la Depresión mayor, lo que me ha permitido adquirir experiencia en diversas situaciones clínicas: en el paciente adulto, en niños y adolescentes, así como en situaciones de alta vulnerabilidad como el embarazo y el posparto.

Durante cuatro años me estuve formando en psicoterapia sistémica en AESFASHU. La adquisición de estas habilidades como psicoterapeuta me han facilitado el trabajo con las familias de mis pacientes. Ver más allá del paciente que acude a consultar, poder conocer su contexto y trabajar con cada miembro de la familia es especialmente importante con pacientes jóvenes o menores de edad.

La atención a mis pacientes y sus contextos desde la cercanía me parece fundamental para realizar una atención en la que se abordan temas muchas veces complejos y donde la confianza y vinculación con el terapeuta es la base del proceso. Dedico empeño y esfuerzo para atender a mis pacientes, realizando una valoración inicial que permita saber qué les trae a consulta, enfocar qué necesitan para su mejoría, pudiendo ofrecer un abordaje psicoterapéutico, farmacológico o la combinación de ambos. Realizo las recomendaciones pertinentes de forma individualizada, siempre junto con el paciente, exponiendo mi criterio de forma honesta con el fin de ayudar y acompañar en cada proceso.

Ofrezco la posibilidad de atención presencial y online para poder facilitar el acceso a las citas, adaptándonos según la necesidad de cada persona.

Psiquiatra especialista en depresión en Madrid

A qué llamamos depresión los psiquiatras

El término depresión se utiliza coloquialmente con frecuencia para referirse a un bajo estado de ánimo y, muchas veces, en sustitución de la emoción tristeza. Algunas personas dicen “estoy deprimido” cuando, en realidad, quieren decir “estoy triste”. La tristeza es una de las seis emociones básicas del ser humano, y es necesaria para nuestra vida y desarrollo. Es normal sentir tristeza casi a diario, ya sea viendo una noticia en la televisión o recordando un evento traumático pasado.

Por el contrario, la depresión o depresión mayor es un estado mental patológico, persistente e invalidante, que requiere tratamiento profesional. La depresión mayor se caracteriza por un estado de ánimo triste durante la mayor parte del día o por una pérdida en el interés y en el placer por las tareas cotidianas durante, al menos, dos semanas.

Es importante saber cuántas personas hay en el mundo con depresión. Se estima que más de 300 millones de personas en el mundo podrían tener un diagnóstico por depresión. La depresión está infradiagnosticada: apenas la mitad de las personas que tienen síntomas depresivos compatibles con esta enfermedad están diagnosticadas de depresión mayor. Este infradiagnóstico de la depresión resulta muy grave si tenemos en cuenta que alrededor de 3.000 personas se suicidan diariamente en el mundo como consecuencia de la depresión que sufren.

Con estos datos, podemos concluir que la depresión es un problema que afecta a un gran número de personas, que muchas de ellas no reciben ningún tratamiento y que, como sociedad debemos hacer frente a este problema de forma conjunta: comprometernos a acabar con el estigma social de la depresión y visibilizar la enfermedad para poner los medios necesarios.

Tipos de depresión que trata un psiquiatra

Existen varias clasificaciones de depresión atendiendo a los siguientes factores:

1. Gravedad: depresión leve, moderada o grave.

2. Cronicidad y duración de los episodios: episodio depresivo único, depresión recurrente y distimia (o depresión persistente). Técnicamente, no suele hablarse de depresión aguda y depresión crónica.

3. Síntomas predominantes: depresión mayor, depresión psicótica, depresión con ideación autolítica, depresión melancólica o melancolía, depresión ansiosa y depresión bipolar.

4. Edad o momento vital: depresión infantil, depresión juvenil, depresión en el adulto, depresión en el anciano, depresión postparto, depresión postpsicótica y depresión asociada a enfermedad médica.

Los psiquiatras y psicólogos clínicos pueden tratar todos los tipos de depresión, aunque, habitualmente las depresiones infantiles y juveniles las trata un psiquiatra infanto-juvenil.

Por qué es importante tratar la depresión con un psiquiatra

Sufrir depresión resulta invalidante y, potencialmente, puede llevar a la muerte, tanto a través del suicidio como mediante el empeoramiento de otra condición médica preexistente. Las personas con depresión llevan una vida más sedentaria, pueden descuidar la dieta u olvidar con más frecuencia la toma de su medicación habitual. Todo ello, puede terminar agravando y empeorando el pronóstico de enfermedades graves, como las cardiovasculares y el cáncer.

Las personas con depresión experimentan un gran sufrimiento: presentan intensa tristeza, apatía, falta de iniciativa y de motivación. No pueden cumplir con sus obligaciones de igual manera debido a la enfermedad. Por tanto, algunos ejemplos serían:

• Quienes sean padres no podrán atender a sus hijos como les gustaría.

• Quienes trabajen disminuirán su rendimiento.

• Quienes estudien tendrán más dificultad para aprobar los exámenes.

Por último, nos guste o no, la depresión puede convertirse en una enfermedad crónica. Existen una serie de factores y de medidas que podemos tener en cuenta para evitar que la depresión se cronifique. Sabemos que cuanto antes se inicie el tratamiento de un episodio depresivo y antes logremos la remisión completa de los síntomas, menos probabilidad habrá de que esa misma persona tenga otro episodio depresivo en un futuro.

Por todo lo anterior, el tratamiento de la depresión por un psiquiatra o psicólogo clínico es imprescindible.

Cómo trata un psiquiatra la depresión

El tratamiento de la depresión lo puede realizar un psiquiatra experto en depresión o una psicóloga clínica especialista en depresión.

La diferencia entre psiquiatra y psicólogo es fundamentalmente que el psiquiatra como médico puede realizar un abordaje integral. Esto incluye la realización de un diagnóstico diferencial mediante pruebas complementarias como una analítica o una prueba de imagen. Además, desde una perspectiva terapéutica, el psiquiatra cuenta con la posibilidad de prescribir un tratamiento farmacológico antidepresivo si el paciente lo necesita, a la vez que podrá realizar un abordaje desde la psicoterapia. El psiquiatra tiene la posibilidad de ofrecer un tratamiento combinado (medicación y terapia para la depresión).

Medicación para la depresión

La medicación para la depresión recibe el nombre de antidepresivos. Los antidepresivos son un grupo de fármacos que incluyen varias familias con distintos mecanismos de acción, de similar eficacia, pero con distintos efectos secundarios. En base a las diferencias entre un antidepresivo y otro, podemos elegir el más conveniente en cada situación.

Actualmente hay una gran variedad de antidepresivos en el mercado, la mayoría muy seguros y con mínimos efectos adversos. Entre los efectos secundarios de los antidepresivos, los más habituales suelen limitarse a unas pocas molestias los primeros días, como náuseas o mareos. Algunas personas pueden llegar a tener efectos secundarios más persistentes durante el tiempo que dure el tratamiento con antidepresivos, como embotamiento emocional y disfunción sexual. Si este es tu caso, hay antidepresivos que no provocan estos efectos secundarios, individualizando en cada caso las necesidades de cada paciente.

Algunos de estos antidepresivos son: Escitalopram, Venlafaxina, Desvenlafaxina, Mirtazapina, Fluoxetina, Sertralina, Paroxetina, Agomelatina y Vortioxetina.

Terapia con un psiquiatra o psicólogo para la depresión

Como decíamos anteriormente, la terapia para la depresión la puede administrar tanto el psiquiatra como el psicólogo clínico. Consiste en mantener sesiones semanales o quincenales de unos 50 minutos de duración, que pueden ser presenciales o por videoconsulta. Durante las primeras sesiones se establecen los objetivos, que van a estar relacionados con los síntomas principales y con las dificultades que se hayan encontrado en la evaluación inicial. Se establece un número aproximado de sesiones (que va a depender de muchos factores que dificultan hacer una previsión con exactitud) y se reevalúan los objetivos una vez completadas las consultas acordadas.

Cómo diagnostica un psiquiatra la depresión

El psiquiatra se basa en la entrevista clínica para poder llegar al diagnóstico de la depresión. La entrevista consiste en una pormenorizada toma de datos sobre: antecedentes familiares y personales, biografía, situación actual y aspiraciones o deseos futuros. Además del estado de ánimo, se valoran otros muchos aspectos (por ejemplo, la capacidad de disfrutar, la iniciativa, la motivación, el interés por su entorno, el rendimiento, la concentración, la ansiedad, el apetito o la calidad del sueño).

Al contrario de lo que ocurre en otras especialidades donde un análisis de sangre o una prueba de imagen (radiografía o TAC) confirman el diagnóstico, en psiquiatría no se puede confirmar el diagnóstico por estos métodos. Hoy en día, no se conoce ninguna prueba que pueda confirmar el diagnóstico. La conversación es la principal herramienta diagnóstica de un psiquiatra para la depresión. En ocasiones, resulta beneficioso hacer extensible este diálogo a otros familiares que aporten su perspectiva, la cual puede ser de gran valor para el especialista en depresión.

Psiquiatra experta en TDAH a lo largo de la vida

El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo neurológico del niño. Lo que implica que los síntomas se identifican desde la edad infantojuvenil y suele persistir en la vida adulta. La entrevista clínica es la herramienta diagnóstica que nos va a permitir diferenciar entre un TDAH y “niños movidos” o “despitados”.

El TDAH se caracteriza por inatención (fallos por no prestar atención a los detalles, dificultad en la atención sostenida, tendencia a ensimismamiento, dificultad para realizar una secuencia para concluir una tarea, dificultad organizativa, tendencia a la procrastinación y olvidos frecuentes), hiperactividad (sensación de motor interno y necesidad de movimiento constante, dificultad para permanecer sentado y tendencia a presentar inquietud) r impulsividad (inestabilidad emocional y conductas impulsivas, incluyendo la inquietud motora).

En mi trayectoria profesional he dedicado gran parte del tiempo al tratamiento ambulatorio del paciente infantojuvenil y adulto. Con la entrevista clínica podremos realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías. También es posible apoyar el diagnóstico en pruebas neuropsicológicas. Una vez establecido el diagnóstico de TDAH, se valorará un plan de tratamiento individualizado, que puede incluir atención psicológica y/o medicación.

¿Por qué tratar el TDAH?

Sabemos que el paciente con TDAH por sus dificultades en su día a día tienen mayor probabilidad de frustración, tendencia a considerar que no pueden avanzar en lo curricular “ya que los estudios no están hechos para ellos”, siendo más frecuente la asociación con otros trastornos mentales, especialmente la ansiedad y la depresión, así como el abuso de sustancias. Un abordaje temprano puede ayudar a prevenir un empeoramiento en el individuo, tratando primero la patología más invalidante.

Según estudios, existe un porcentaje del 2.5 al 4.4 % de los adultos que padecen TDAH. El paciente adulto con TDAH tiene una peculiaridad importante y es que no siempre han tenido atención en la infancia, por lo que puede traer consigo una historia de vida quizá muy diferente a la que habrían vivido si se hubiese detectado la clínica, la problemática asociada y se hubiese realizado un abordaje. En el adulto, mediante la entrevista clínica se recoge información recordada desde la infancia, si es posible contando con información familiar, que permita ver esa trayectoria clínica del paciente, su repercusión y la posibilidad de relación con otros trastornos mentales pasados o presentes.

Tratamientos del TDAH

Existen diferentes tratamientos farmacológicos aprobados para el TDAH. Tanto en población infantojuvenil como en adultos contamos con dos grupos: estimulantes y no-estimulantes. Es importante realizar una evaluación correcta, atender aspectos del entorno social, familiar y curricular o laboral, así como ofrecer apoyo psicoterapéutico. Debemos tener en cuenta que el tratamiento farmacológico puede ser una parte importante para el proceso de mejoría, y su eficacia puede ser sinérgica con la terapia.

Experiencia clínica en trastornos del espectro autista

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) supone una alteración del neurodesarrollo que suele detectarse en la infancia. Se caracteriza por la aparición de dificultades en la comunicación e interacción social y por la aparición de patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Para considerarse un trastorno debe generar un deterioro clínicamente significativo a nivel social, laboral o en otras esferas importantes para la persona. Se denomina espectro porque la variabilidad clínica es muy amplia: desde personas con una importante discapacidad hasta otras en las que los síntomas son muy sutiles y difíciles de identificar.

Un aspecto relevante es que los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de desarrollo. Es posible q no se manifiesten totalmente hasta que la demanda social supere las capacidades de la persona. En otros casos, los síntomas pueden estar enmascarados por estrategias aprendidas en fases posteriores de la vida. No es infrecuente, por tanto, en nuestra práctica como clínicos que atendamos a pacientes en edad adulta que aún no han recibido un diagnóstico. En muchos casos, estos pacientes acuden a consulta por otro motivo, como pueda ser ansiedad o depresión, que son muy frecuentes en personas con autismo.

No es infrecuente que una persona con TEA reciba su diagnóstico en la edad adulto e, incluso, que haya acudido previamente a servicios de salud mental y haya sido diagnosticado de otros problemas, como depresión o ansiedad. Existe un infradiagnóstico del TEA, más frecuente en mujeres que suelen ser diagnosticadas más tardíamente.

En aquellos adultos con TEA que recibieron el diagnóstico y un tratamiento desde edad temprana es posible que en la transición a la vida adulta puedan requerir apoyo profesional. Si a lo largo de su vida tuvieran un episodio depresivo o de ansiedad, estos deberán ser abordados con un tratamiento específico por un profesional que comprenda el funcionamiento cotidiano de una persona con TEA.

Psiquiatra depresión: tratamientos

Curriculum vitae

Formación universitaria y de posgrado

Médico psiquiatra colegiada en Madrid. N.º colegiada 282868805 del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid.

Licenciada en Medicina por la Universitat Rovira i Virgili de Reus (2006-2011).

Doble titulación: Especialista en Psiquiatría (2016) y Especialista en Psiquiatría infantil y de la adolescencia (2023).

Autism Diagnostic Observational Schedule (ADOS-2) por la Universitat de Barcelona, 2024

Especialista en Psicoterapia Sistémica por AESFASHU en Madrid, 2020-2024.

Experto en Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad del Adulto por la Universidad de Alcalá, 2023.

Actualización en Salud Mental Infantil y del Adolescente por la Universidad de Elche, 2016.

Experta en Trastornos Afectivos. Neurobiología, Diagnóstico y Tratamiento por la Universidad de Alcalá, 2016.

Ciencias Forenses y Derecho Sanitario. Diploma de Especialización Psiquiatría Forense por la UNED, 2016.

Experiencia profesional

Colaboradora como Psiquiatra de adultos e infantojuvenil en menteAmente.

Centro de Salud Mental Los Ángeles, Getafe. Psiquiatra Infantojuvenil (2023-2024).

Centro de Salud Mental Las Veredillas, Torrejón de Ardoz. Atención Infantojuvenil y adultos (2018-2023).

Unidad de Media Estancia Hospital de Plasencia (2017-2018).

Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría en Hospital de Plasencia (2017-2018)

Prevención y atención de las adicciones en adolescentes y jóvenes (12-25 años). Los Mesejo, Madrid (2016).

Experiencia docente y actividad científica

Experiencia docente a residentes de Psiquiatría, Psicología clínica y Medicina de Familia en la Unidad de Agudos del Hospital de Plasencia, en el Centro de Salud mental del Hospital de Torrejón y en el Centro de Salud Mental del Hospital de Getafe.

Tutor clínico de prácticas de la Universidad Francisco de Vitoria.

Más de 15 comunicaciones en formato oral o escrito en congresos nacionales.

Idiomas

Español: nativo.

Catalán: nativo.

Inglés: nivel elevado.

Psiquiatra para Depresión en Madrid