El insomnio en el anciano: características y tratamiento

El sueño es esencial en todos los aspectos de nuestra vida, y a medida que envejecemos, la calidad de nuestro sueño puede verse afectada por diversos factores. Las personas mayores o ancianas tienen un sueño característico, diferente al de los adultos jóvenes. Debemos tener en cuenta esta particularidad a la hora de evaluar y tratar el insomnio en un anciano. A continuación, abordaremos el insomnio en las personas mayores, abordando sus características, consecuencias y tratamientos disponibles.

Insomnio en el anciano: tratamiento y particularidades.
 

Características del sueño en el anciano

A lo largo de los años, el sueño sufre transformaciones. Estos cambios, aunque normales, pueden llevar a dificultades en la conciliación y mantenimiento del sueño. Es lo que se conoce como insomnio y se define por la incapacidad para iniciar o mantener el sueño a lo largo de la noche durante un periodo mínimo de tres meses y con una frecuencia mínima de tres días a la semana.

 

¿Por qué es diferente el sueño en el anciano?

Las personas mayores tienen un sueño que difiere al de los adultos, ya que se va transformando gradualmente a lo largo de los años. Los ancianos tienden a acostarse más pronto y a levantarse más temprano, el tiempo que pasan en la cama sin dormir es mayor (sueño menos efectivo), el tiempo total de sueño es levemente menor y tardan más tiempo en conciliar el sueño al principio de la noche (mayor latencia de sueño).

No se sabe muy bien cuál es el motivo de estos cambios a lo largo de los años, pero se cree que los factores que pueden influir en estos cambios son variados:

  1. Cambios hormonales: La producción de melatonina, una hormona clave en la regulación del sueño, disminuye con la edad, especialmente a partir de los 55 años. Esta disminución puede alterar nuestro reloj interno o ritmo circadiano, afectando los patrones de sueño.

  2. Medicación: Los ancianos, debido a diversas enfermedades médicas, suelen tomar varios medicamentos que pueden interferir con el sueño.

  3. Salud física y mental: Enfermedades como la artritis, enfermedad cardíaca, ansiedad o depresión pueden afectar la calidad del sueño.

 

Consecuencias del insomnio crónico en los ancianos

El insomnio en las personas mayores puede tener una repercusión más grave que en las personas jóvenes. Algunas de las consecuencias en los ancianos que tiene el insomnio crónico son:

  1. Deterioro cognitivo: El sueño inadecuado puede empeorar problemas existentes de memoria y atención. Estos problemas cognitivos también se pueden agravar con las benzodiacepinas mencionadas anteriormente, por lo cual están desaconsejadas en tratamientos prolongados. Además, la falta de sueño puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

  2. Salud emocional: El insomnio puede aumentar los síntomas de ansiedad y depresión en los ancianos.

  3. Problemas físicos: Las personas mayores con insomnio pueden tener un mayor riesgo de hipertensión, diabetes y obesidad.

  4. Riesgo de caídas aumentado: El cansancio y la fatiga hacen que el tiempo de reacción sea mayor y sus reflejos sean más lentos para mantener el equilibrio, lo cual puede favorecer caídas. Las caídas en los ancianos son muy graves porque sus huesos son débiles y se pueden fracturar con mayor facilidad, además tardan más en consolidar el callo de la fractura y pueden no recuperar nunca la movilidad perdida. Este riesgo de caída está aumentado si además del insomnio, el anciano recibe un tipo de hipnóticos denominados benzodiacepinas, que también están relacionados con riesgo de caída.

 

Tratamiento del insomnio en el anciano

El tratamiento del insomnio en ancianos debe ser personalizado, teniendo en cuenta las particularidades de cada paciente. A la hora de planificar un tratamiento, tenemos en cuenta las siguientes opciones, en el mismo orden en el que se presentan.

  1. Higiene del sueño: Es fundamental establecer una rutina de sueño, evitar siestas prolongadas durante el día, mantener un ambiente propicio para dormir (oscuro, silencioso y fresco) y evitar la ingesta de cafeína y alcohol antes de dormir.

  2. Terapias cognitivo-conductuales del insomnio: Estas terapias han demostrado ser efectivas para tratar el insomnio, ayudando a los pacientes a cambiar comportamientos y patrones de pensamiento que pueden estar contribuyendo al problema.

  3. Medicación: Debe considerarse en casos en los que sea estrictamente necesario y bajo supervisión médica de un psiquiatra.

 

Medicación para el insomnio recomendada en los ancianos

Contamos con un número elevado de medicamentos hipnóticos para el insomnio, la mayoría de venta con receta médica y, algunos, como los antihistamínicos de venta sin receta. El problema es que la mayoría de estos fármacos tienen unos efectos secundarios especialmente problemáticos en los ancianos. Desde problemas de atención, concentración, memoria y coordinación hasta riesgo aumentado de caídas o riesgo de desarrollar una dependencia al fármaco.

Las benzodiacepinas (Lormetazepam, Lorazepam, Diazepam, Lexatin, Orfidal, entre otras) son especialmente preocupantes en este sentido. Incluso, los antihistamínicos que se venden sin recetas deben evitarse por sus efectos secundarios cognitivos.

 

Problemas del uso de benzodiacepinas en el anciano

El uso de benzodiacepinas en personas mayores plantea importantes riesgos debido a los cambios fisiológicos asociados con la edad. La disminución de la función hepática y renal en los ancianos provoca una eliminación más lenta de estos fármacos, lo que aumenta su vida media en el organismo. Como consecuencia, se produce una acumulación del medicamento, incrementando la probabilidad de efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran la sedación prolongada, la somnolencia diurna y la alteración de las funciones cognitivas, lo que puede afectar la memoria, la atención y la capacidad de toma de decisiones.

Otro problema significativo es el aumento del riesgo de caídas y fracturas. La somnolencia diurna y la ataxia (falta de coordinación motora) inducidas por las benzodiacepinas reducen la estabilidad física de los ancianos, haciendo que caminar o moverse por la casa se vuelva más peligroso. Las caídas pueden tener consecuencias graves, como fracturas de cadera, que a menudo implican hospitalización prolongada y pérdida de autonomía funcional. Este riesgo se incrementa especialmente con las benzodiacepinas de acción prolongada, ya que sus efectos residuales persisten durante más tiempo en el organismo.

El uso prolongado de benzodiacepinas en ancianos también puede llevar a la dependencia física y al síndrome de abstinencia al intentar suspender el tratamiento. Dado que la tolerancia al medicamento aumenta con el tiempo, los pacientes pueden requerir dosis más altas para obtener el mismo efecto, lo que agrava la dependencia. Además, la retirada brusca del fármaco puede provocar insomnio de rebote, ansiedad, irritabilidad e incluso síntomas más graves como convulsiones en casos extremos. Por esta razón, se recomienda que el uso de benzodiacepinas en ancianos sea limitado en duración y dosis, y que se prioricen otras alternativas no farmacológicas para el manejo de la ansiedad y el insomnio.

Las benzodiacepinas pueden acumularse en los ancianos, aumentando el riesgo de caídas y de problemas cognitivos.
 

Medicamentos más seguros para el insomnio en el anciano

Los fármacos más seguros para tratar el insomnio en los ancianos son la Melatonina y el Daridorexant (Quviviq ®).

La Melatonina se vende sin receta médica como suplemento alimenticio, tiene mínimos efectos adversos a la dosis terapéutica de 2mg y se toma una a dos horas antes de acostarse. Se administra presuponiendo que, a partir de los 55 años, la liberación de melatonina decae considerablemente.

Daridorexant solo se vende con receta médica bajo el nombre comercial de Quviviq ® y está disponible en España desde octubre de 2023. En ensayos clínicos precomercialización se ha visto que es un fármaco seguro en adultos y en pacientes de edades comprendidas entre los 65 y 85 años. En este grupo de edad se recomienda administrar 50mg de Daridorexant media hora antes de acostarse. Los estudios clínicos han demostrado la eficacia del tratamiento en adultos y mayores de 65 años. Es un tratamiento muy bien tolerado, con efectos secundarios poco frecuentes y poco importantes, sobre todo si los comparamos con los efectos secundarios de las benzodiacepinas.

Daridorexant y Melatonina tiene importantes ventajas frente a las benzodiacepinas:

  1. No producen somnolencia al día siguiente

  2. Preserva habilidades psicomotoras, como la coordinación motora, la fuerza muscular y el tiempo de reacción

  3. No producen afectación cognitiva, como problemas de atención, concentración y memoria.

  4. No aumentan el riesgo de caída. De hecho, con Daridorexant el riesgo de caída es menor que con placebo, atribuible a que proporciona un mejor descanso.

  5. Menor potencial de abuso y de adicción que las benzodiacepinas.

  6. No genera tolerancia con el tiempo y no es necesario modificar la dosis.

  7. No tiene efecto rebote cuando se retira, facilitando la retirada del fármaco cuando ya no sea necesario.

  8. Es seguro en ancianos, personas con EPOC leve-moderado y apnea del sueño leve-moderada.

Daridorexant y Melatonina son medicamentos más seguros que las benzodiacepinas para el insomnio en el anciano.
 

 

El sueño es fundamental para nuestra salud y bienestar, incluida la de los ancianos. Si tú o alguien que conoces está experimentando problemas de sueño, no duden en buscar ayuda. En mente A mente, contamos con un equipo dedicado a ofrecer el mejor cuidado y tratamiento para asegurar que nuestros ancianos disfruten de un sueño reparador y saludable. Recuerda: cuidar nuestro sueño es cuidar nuestra vida.