Adherencia vs. persistencia terapéutica
Incluso los profesionales sanitarios muchas veces utilizamos los concepto adherencia y persistencia terapéutica como intercambiables. Ambos términos se relacionan con el cumplimiento del tratamiento, pero de distinta manera. Cuando hablamos de tratamiento nos referimos a la toma de medicación, al seguimiento de unas recomendaciones dietéticas o a la modificación de unos hábitos de vida.
Adherencia al tratamiento
El término adherencia definido por la OMS amplia al ya existente de cumplimiento de Haynes de 1976. La principal diferencia es que la adherencia implica el consentimiento del paciente con las recomendaciones recibidas. Por tanto, se produce una colaboración activa entre el profesional y el paciente. De manera que, el paciente, participa activamente de las decisiones terapéuticas. Por el contrario, la antigua definición de cumplimiento otorgaba al paciente un papel pasivo de sumisión y obediencia.
En mente A mente damos mucha importancia a la participación activa del paciente en la toma de decisiones, incluyendo la planificación terapéutica. Esto incluye a nuestros psiquiatras, psicólogos clínicos y neuropsicólogos.
La adherencia terapéutica se considera en función de cómo actúe el paciente con respecto a la dosis, la posología y el plazo de prescripción acordados con el profesional sanitario. En los últimos años, se ha dado importancia no solo a cómo toma el paciente la medicación, sino durante cuánto tiempo la toma correctamente. Esto ha llevado a un nuevo concepto: persistencia.
Persistencia al tratamiento
La persistencia terapéutica se utiliza para definir el tiempo durante el que el paciente cumple con la prescripción acordada con el profesional sanitario. Dicho de otro modo, es una medida de continuidad en la que se mide la cantidad de tiempo desde el comienzo del tratamiento hasta su interrupción.
Diferencia entre persistencia y adherencia al tratamiento
Si todavía no has entendido completamente la diferencia entre adherencia y persistencia, pongamos un ejemplo. Imaginemos una persona a quien su médico le ha recomendado una dieta que debe hacer a lo largo de todo el día, pero que habitualmente se salta en la hora de la cena. Podemos decir que esa persona es persistente en el cumplimiento de la dieta porque cumple todos los días (hace dieta en el desayuno y en la comida), pero no tiene buena adherencia (porque no cumple con la recomendación de hacerla todo el día).
La persistencia se suele medir en número de días que el paciente es capaz de continuar ininterrumpidamente el tratamiento acordado con su médico. Mientras que, la adherencia se suele medir en forma de tasa o porcentaje (n.º de días que ha sido adherente / n.º de días del periodo de seguimiento).
Medición de la adherencia terapéutica
Existen diversos métodos para poder comprobar o medir la adherencia terapéutica.
El método más exacto sería el de observar directamente al paciente tomar la medicación o cumplir con la recomendación acordada. Esto es posible en los hospitales cuando los pacientes se encuentran ingresados o con determinados medicamentos que permiten medir la cantidad de fármaco en sangre, saliva u orina. En general, resulta un método muy costoso y que raramente se puede llevar a cabo.
Existen varios métodos de observación indirecta, más sencillos y menos costosos. Estos métodos incluyen:
autorreportes de los pacientes y sus familiares
cuestionarios
cuantificación de comprimidos (en el caso de la medicación)
cuantificación del peso (en el caso de dietas de adelgazamiento)
monitorización electrónica.
Cuestionarios para medir la adherencia terapéutica
Los autorreportes o cuestionarios son poco fiables porque el paciente puede estar engañando o no rellenándolos correctamente. Contar las pastillas que ha consumido el paciente es más fiable que los cuestionarios, pero también puede ser manipulable. Recientemente, se han empezado a utilizar aparatos de monitorización electrónica: chips que se colocan en el bote de las pastillas y cuentan cuántas veces y a qué hora se abre el bote. Estos dispositivos son más fiables que la cuantificación de los comprimidos y que los cuestionarios, pero el precio elevado hace que estén poco extendidos. Se utilizan para los estudios científicos de adherencia.
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