Libro "Hablemos de los psicofármacos"
Hablemos de los psicofármacos es un libro de divulgación para el público general publicado por la editorial Arpa y escrito desde la experiencia clínica del Dr. David López, psiquiatra y director de menteAmente. Con una claridad, rigor y respeto excepcionales, el autor aborda el complejo mundo de los psicofármacos. La información es presentada en un tono cercano, abriendo las puertas a un espacio de comprensión profunda y libre de estigma de la salud mental.
La obra clasifica los psicofármacos en cinco grandes grupos y los presenta como una opción de tratamiento distinta a la psicoterapia, pero igual de valiosa. Explica en qué situaciones es mejor seguir un tratamiento farmacológico, una psicoterapia o la combinación de ambos, obteniendo en este último caso un beneficio sinérgico y complementario.
“El complejo mundo de los psicofármacos es explicado con una claridad, rigurosidad y respeto poco comunes.”
Esta libro alfabetiza al lector acerca de los trastornos mentales y sus tratamientos, desmontando mitos y prejuicios muy arraigados en nuestra sociedad y contribuyendo a reducir el estigma social en torno a estas enfermedades y a los medicamentos que se emplean para tratarlas. Con una escritura amena para todos los públicos, y desde una perspectiva crítica, constructiva y esperanzadora, el autor aporta información práctica y actualizada sobre los psicofármacos. Además, revela el origen de muchos prejuicios actuales haciendo un breve recorrido histórico sobre los tratamientos y explica los procesos para la autorización y comercialización de psicofármacos
“Una escritura amena, cercana y accesible para todos los públicos revela el origen de muchos de los prejuicios actuales hacia los psicofármacos.”
Temas principales del libro Hablemos de los psicofármacos
Salud mental y bienestar emocional: ¿es lo mismo?
En los últimos años, el concepto de "salud mental" ha ganado un protagonismo sin precedentes, especialmente desde la pandemia. Sin embargo, es importante aclarar que este término tiene dos significados muy diferentes: por un lado, se utiliza para referirse a la promoción de la salud y el bienestar emocional, y por otro, funciona como un eufemismo de enfermedad mental. Aunque ambos son válidos, el uso popular del término ha tendido a centrarse en el bienestar emocional, lo cual puede generar confusión y banalizar la enfermedad.
Al hablar de salud mental como bienestar emocional, el término se aplica a prácticas y hábitos que favorecen el equilibrio y la calidad de vida, como gestionar el estrés, mejorar las relaciones personales y cuidar el sueño y la alimentación. Esta acepción relacionada con la promoción de la salud mental es muy positiva y relevante porque fomenta hábitos saludables en la población general y ayuda a que más personas se sientan motivadas a cuidar de su bienestar emocional. Sin embargo, no debemos perder de vista que este enfoque puede banalizar el otro significado de salud mental, que hace referencia a las enfermedades mentales como la depresión grave, la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Usar “salud mental” principalmente para referirse al bienestar emocional puede invisibilizar a las personas que viven con enfermedades mentales y trivializar la importancia de recibir un tratamiento adecuado. Las personas con enfermedad mental necesitan más que solo hábitos saludables: a menudo requieren un enfoque médico y terapéutico especializado que incluya tanto la psicoterapia como, en algunos casos, la medicación. Por eso, es esencial que como sociedad aprendamos a diferenciar entre estos dos significados de “salud mental”.
La voluntad y el “tú puedes” no son suficientes
La enfermedad mental no es consecuencia de malas decisiones ni de una personalidad débil. La voluntad, los cambios de hábitos y el mensaje de determinación de “tú puedes” que se utilizan para mejorar el bienestar emocional son muy importantes y necesarios, pero no son suficientes para tratar un trastorno mental. Una enfermedad o trastorno mental, además, necesita un tratamiento, que puede ser la psicoterapia y/o la medicación, ambos complementarios y no excluyentes. Es fundamental respetar y apoyar a las personas que buscan ayuda profesional.
“Respeto y apoyo a las decisiones que toman las personas cuando comienzan un tratamiento.”
Mitos y prejuicios sobre los psicofármacos
A lo largo del libro se desgranan muchos mitos y prejuicios que existen en torno a los psicofármacos. Se analiza la procedencia de la desconfianza de la población hacia estos medicamentos, intentando entender el origen y explicando que pueden ser medias verdades o injustas valoraciones que se arrastran desde los primeros fármacos, que tenían muchos más efectos secundarios que los actuales.
Algunos de los mitos y prejuicios más habituales, y que se desarrollan en el libro, son:
“Todos los psicofármacos son iguales.”
“Los psicofármacos son adictivos.”
“Hay una sobreprescripción de psicofármacos.”
“Te dejan grogui.”
“La gente me a va a notar algo raro.”
“Tengo miedo de que los psicofármacos cambien mi personalidad o mi forma de ser.”
“Quiero ser yo quien haga el esfuerzo, no un fármaco por mí.”
“Una vez que empiezas a tomar psicofármacos, ya no los voy a poder dejar.”
“Análisis de los mitos y prejuicios más comunes en torno a los psicofármacos.”
Hay cinco grupos de psicofármacos bien diferenciados
En el libro Hablemos de los psicofármacos, se define claramente cada uno de los cinco grupos de psicofármacos (ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, estimulantes y estabilizadores del ánimo) con sus características propias y diferenciales, así como sus efectos secundarios. (Los efectos adversos de un grupo no son extrapolables al resto de grupos. Por ejemplo, gran parte del prejuicios sobre el uso de los psicofármacos tiene su origen en el efecto adictivo y sedativo de las benzodiacepinas, que, de forma injusta y errónea, se le atribuye al resto de los psicofármacos).
“Hay cinco grupos de psicofármacos: ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, estimulantes y estabilizadores.”
Ansiolíticos: Dentro de los ansiolíticos se habla de los benzodiacepinas (Alprazolam, Lorazepam, Lexatin, Orfidal, Valium, Diazepam, Trankimazin, etc.) y de los distintos hipnóticos. Se explican sus efectos rápidos y eficaces, así como sus riesgos, especialmente en tratamientos a medio o largo plazo. ¿Se prescriben demasiados ansiolíticos?
Antidepresivos: En el grupo de los antidepresivos, explicamos los distintos tipos que existen y los más comunes (Escitalopram, Sertralina, Fluoxetina, Paroxetina, Venlafaxina, etc.). Se detallan sus indicaciones y su versatilidad en distintas patologías, así como sus efectos secundarios potenciales.
Antipsicóticos: Sobre los antipsicóticos hablamos de los fármacos disponibles en la actualidad de segunda y tercera generación, con una mejor tolerabilidad que los originales de primera generación.
Estimulantes: Los estimulantes están envueltos en un gran halo de desconocimiento y de prejuicios por su similitud con drogas de abuso. Sin embargo, explicamos las diferencias que existen, su nivel de seguridad y su elevada eficacia en el tratamiento del TDAH.
Estabilizadores del ánimo: Por último, en el capítulo de los estabilizadores del ánimo, mencionamos los antiepilépticos que hemos cogido prestados de Neurología y de las sales de litio. El litio es uno de los primeros psicofármacos en ser descubiertos que se utiliza en la actualidad. A pesar de su estrecha ventana terapéutica y riesgo de producir efectos secundarios potencialmente graves en casos de intoxicación, su beneficio como estabilizador del ánimo y como neuroprotector es inigualable aun hoy en día.
“Los nuevos psicofármacos tienen un mecanismo de acción más preciso y tienen menos efectos secundarios.”
¿Se prescriben demasiado psicofármacos?
“¿Quién no ha tomado un psicofármaco alguna vez? ¿Y quién no tiene algún prejuicio sobre ellos?”. Con esta llamativa contradicción arranca Hablemos de los psicofármacos.
España aparece en los medios como uno de los países con mayor prescripción de benzodiacepinas (un tipo de ansiolítico), mientras persiste un notable estigma hacia los psicofármacos, hacia quienes los toman y hacia los psiquiatras que los prescriben.
El libro desentraña esta paradoja explicando por qué las benzodiacepinas son a la vez tan populares y tan criticadas. También se explica cómo el efecto sedativo y el potencial adictivo de las benzodiacepinas contribuye injustamente al estigma global hacia los psicofármacos, que no son adictivos y solo unos pocos son sedantes.
“Existe una sobreprescripción de benzodiacepinas, no así de otros grupos de psicofármacos.”
Por otra parte, se ha criticado mucho que los psicofármacos son sustancias nuevas que no existían en el pasado. Debemos tener en cuenta que la farmacología como ciencia biomédica que aplica los principios de la experimentación científica tiene su origen en el siglo XIX y los principales fármacos que usamos hoy en día fueron descubiertos en el siglo XX. Hace 100 años no existían los psicofármacos actuales, pero tampoco existían los antibióticos. Por ejemplo, el primer antibiótico, la penicilina, fue descubierto por Alexander Fleming en 1928.
Autorización y comercialización de los psicofármacos
Los psicofármacos tienen que pasar los mismos controles que cualquier otro fármaco en Medicina, es más, los controles y análisis son extremadamente rigurosos debido a que este tipo de fármacos atraviesa la barrera hematoencefálica y, por tanto, penetra en el sistema nervioso central. Todo el proceso de análisis, hasta su final autorización y comercialización, dura una media de 10 años.
Ningún fármaco puede ser vendido en una farmacia o recetado por una farmacia sin la autorización de la agencia reguladora pertinente. En España tenemos la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y, en Europa, la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés). Asimismo, cabe destacar que hay una vigilancia postcomercialización: no podemos saber con seguridad cómo va a actuar un fármaco en una persona concreta, pero sí conocemos como actúa habitualmente en personas con su misma enfermedad.
“Todos los psicofármacos comercializados han sido previamente autorizados por las agencias reguladoras, como la AEMPS y la EMA.”
Índice del libro Hablemos de los psicofármacos
El libro Hablemos de los psicofármacos está estructurado en 10 capítulos y cuenta con un glosario de términos al final del libro:
Qué son los psicofármacos.
Cuándo están indicados los psicofármacos.
Cuándo no están indicados los psicofármacos.
Cuándo combinar medicación y terapia.
Antidepresivos.
Ansiolíticos hipnosedantes.
Estimulantes y tratamientos farmacológicos para el TDAH.
Antipsicóticos.
El litio y otros estabilizadores del ánimo.
Cuando fallan los psicofármacos.
El libro defiende lo importante que es considerar ambas modalidades de tratamiento (medicación y terapia) y verlas como complementarias en lugar de como excluyentes. La combinación de terapia y medicación en muchos casos tiene un efecto sinérgico que aumenta las posibilidades de recuperación frente a utilizar un único tratamiento. El objetivo de estos capítulos es alfabetizar y ayudar a comprender al lector las indicaciones, beneficios, riesgos y diferencias entre grupos. Además, hace un recorrido histórico sobre cómo y cuándo se descubrieron los primeros fármacos de cada grupo, explicando como estos inicios han contribuido en parte a los prejuicios que persisten en la actualidad.
Comentarios y opiniones sobre Hablemos de los psicofármacos
“¡Por fin! Una reveladora mirada holística y humanizada de los psicofármacos, científica y a la vez amena, escrita desde la experiencia real del autor”
“Echaba de menos un libro así. Es una obra cercana, ágil y aplicada. Ilustra y acompaña. ¡Me encanta!”
“Este libro ha marcado un antes y un después. Siento una transformación en mi percepción de la enfermedad mental y el empleo de la medicación tras su lectura. He traspasado la barrera de la incertidumbre que para mí representaban las enfermedades psiquiátricas.”
El autor de Hablemos de los psicofármacos
El Dr. David López Gómez es médico psiquiatra y psicoterapeuta, fundador y director de menteAmente, un centro privado de Psiquiatría y Psicología Clínica en Madrid. Estudió Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, se formó como psiquiatra en el Hospital La Paz y ejerció durante varios años en un centro de salud mental público hasta que en 2018 fundó menteAmente. Ha colaborado como docente en diversas instituciones y en la actualidad es profesor honorífico del grado de Medicina de la Universidad de Alcalá. Escribe artículos de forma regular en el blog de salud mental la página web www.menteamente.com, cuyos objetivos principales son: difundir conocimiento, alfabetizar a la población en los problemas asociados a la salud mental, presentar a los profesionales sanitarios como fuente de ayuda, infundir esperanza y reducir el estigma social.
Donde comprar Hablemos de los psicofármacos
Hablemos de los psicofármacos está a la venta en las principales librerías del país y en Amazon. También lo puedes adquirir online, en papel y libro electrónico, directamente desde la editorial, ARPA EDITORES.